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La “pampeanización” de ArgentinaLa decisión del gobierno de la provincia de Salta de poner a la venta una reserva natural provincial para la expansión agrícola, además de ser ilegal, demuestra la depredación que sufre el medio ambiente en pos del beneficio económico de unos pocos. Un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de la Secretaría de Medio Ambiente, reveló que desde 1935 Argentina perdió el 70% de sus bosques.
"La cuestión consiste en saber si la agricultura nacional debe servir para el engrandecimiento y la felicidad de su sociedad, o si, para beneficiar a pocos terratenientes, intermediarios y a la banca internacional, tenga que sufrir hambre el propio pueblo argentino." Explotación irracionalDesde principios de siglo la deforestación ha sido enorme: los bosques nativos, que en 1914 ocupaban el 39% del territorio nacional, sólo ocupaban en 1987 un 14% del país. Hoy en día existen alrededor de 40 millones de hectáreas de bosques naturales que se concentran sobre todo en el centro y norte del país. En algunos casos, una parte del monte degradado se convirtió en sistemas de escaso valor forestal, situación que aprovechan quienes están fuertemente interesados en acelerar los desmontes para desestimar la calidad de estos ambientes únicos. La corrupción generalizada y la falta de planificación y de estudios ambientales integrados facilitan el proceso.
Argentina ya sufrió los impactos de la explotación irracional del quebracho, que degradó enormes superficies aún irrecuperables y abrió paso a la expansión de especies de menor valor, como el vinal. La compañía inglesa La Forestal, degeneró grandes superficies del parque chaqueño. Cuando se retiró, sólo quedaban un ambiente deteriorado e innumerables pueblos signados por el abandono y la pobreza. Un pasivo ambiental que aún no se sabe reconocer cabalmente 5. Es de esperar que no se repita ahora el mismo método con la llegada de nuevas "Forestales" que, a falta de una adecuada regulación estatal, explotarán los suelos hasta agotarlos. Debatir la sustentabilidadLa deforestación para prácticas agrícolas no es la única alternativa viable para las áreas que están siendo sistematizadas. Es preciso reconocer -e incluir en los cálculos nacionales- el importante servicio ambiental que los bosques aportan. Mediante prácticas racionales de aprovechamiento -utilizando normativas internacionales de certificación forestal- el bosque es "buen negocio". Además de los productos forestales madereros certificados y de su excelente precio en el mercado internacional, pueden ser aprovechados los productos forestales no madereros, que incluyen productos alimenticios de consumo local y global, farmacéuticos, aromáticos, bioquímicos, fibras, aceites esenciales, toxinas, forrajes, uso ornamental, y más. Estos recursos son una herramienta importante para avanzar hacia la sustentabilidad, requiriendo medidas concordadas para aprovechar su potencial. Sosteniendo al bosque nativo se resguarda a los pobladores y a las economías locales y se contribuye a un desarrollo regional sustentable con inclusión social, a diferencia de los grandes latifundios vacíos que requiere la monocultura. La Red Agroforestal Chaco y organizaciones como el Instituto de Cultura Popular (Incupo) vienen generando una destacada tarea en la sustentabilidad y el desarrollo local. Otras formas de producción son posibles y viables. Es necesario preguntarse por qué, cuando se habla de alcanzar la meta de los "100 millones" (de toneladas de granos), se elige semejante cifra y no otra. ¿De dónde se obtendrán las tierras para alcanzar tal objetivo? ¿De los desmontes? ¿Por qué la preocupación por darle una falsa sustentabilidad a ese modelo? ¿Cuál es el costo en mayores cargas de agroquímicos, energía y materiales para "dominar" estos ambientes? ¿Qué impactos tendrán sus aplicaciones? ¿A qué costos ambientales y sociales? ¿Cuál es el aporte al beneficio "real y tangible" de toda la sociedad? ¿Qué mejoras locales y regionales -a título social y no sólo conservacionista- se lograrían? ¿Qué efectos producirá la pérdida de los distintos servicios ambientales de los ecosistemas por transformar? ¿Por qué en lugar de seguir incrementando los volúmenes de materias primas no decidimos de una vez -lo que las economías más desarrolladas del mundo han hecho desde la revolución industrial- poner el máximo valor agregado a cada uno de los productos alimenticios diferentes, en lugar de mantener el engaño de creer que con la sola "potencialidad de nuestras ventajas comparativas" resolveremos los problemas? Argentina debe dejar de ser un granero para devenir el supermercado de los productos que su población y el mundo demandan.Continuar sistematizando diferentes ecorregiones sin objetivos nacionales, sin discutir las formas de uso y tenencia de la tierra, ni cómo y para qué es necesaria una reforma agraria, "dado que la tierra tiene una hipoteca social permanente por la cual no es un derecho absoluto de propiedad" 9, son asignaturas pendientes. El costo de "pampeanizar" el país será muy alto y lo pagarán las generaciones por venir.
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